Debido a las medidas adoptadas por las autoridades sanitarias de nuestro país para contener el brote de coronavirus Covid-19, miles de personas han tenido que adaptarse a trabajar desde casa, lo que actualmente se conoce como “Home Office”.
Limita tareas en casa y en el trabajo: aunque tengas que trabajar desde casa, es importante que el tiempo destinado a tu trabajo no lo ocupes en la realización de tareas domésticas o viceversa, por ello, trata de cumplir en tiempo y forma para que, una vez terminada tu jornada puedas dedicarte a tu familia y tu hogar.
Evita el sedentarismo: si bien la contingencia te ha obligado a mantenerte dentro de casa, es bueno que busques un espacio para poder mantener la actividad física, por lo que se recomienda que busques opciones para hacer ejercicio al menos durante media hora.
Mantente enfocado y elimina distracciones. Es difícil concentrarte cuando estás en casa y existen tantos elementos que pueden distraerte, como la televisión, tu consola de juegos, tu familia, pareja, hijos, tu mascota o hasta los trastes que tienes que lavar. Por eso es básico que te concentres, entiendas y sensibilices a quienes están en tu entorno que tus tiempos de trabajo son solo de trabajo, y no por estar en casa significa que tienes más tiempo libre, o que es para ocuparte de otros pendientes, eso lo puedes hacer en tu hora de break o cuando hayas finalizado tu jornada laboral.
Interacción social. Pese a la cuarentena es importante que te mantengas comunicado con el resto del mundo. No te aísles, busca intercambiar con tus compañeros de trabajo a través de herramientas digitales como video llamadas. Coordina juntas breves diarias con tu equipo par revisar pendientes, estatus y nuevas tareas; no tengas miedo a comunicarte.
Ejercita tu concentración. Aprovecha para deshacerte de lo que no te gusta del ambiente en la oficina - mucho movimiento, teléfono timbrando, conversaciones en tono alto, reuniones a toda hora - pero cuídate de no reemplazar todo por otras distracciones, como tu cómodo sofá, celular, mascota, Netflix...
Fija una rutina. Si no lo haces, puedes caer en alguno de los extremos. Ya sea trabajar de más o por el contrario, de menos. En ambos casos, o tú sacrificarás tiempo libre o tu jefe podría no estar tan contento. Estar en casa te evitará los traslados, con lo que ganarás tiempo, pero también te enfrenta a retos como el cuidado de los niños o el mantenimiento de la casa. Así que ante esto, es importante que te pongas horarios para trabajar. La idea es que trabajes el mismo tiempo y de la misma manera en la que trabajas desde tu oficina. Por ello, trata de emular el esquema que llevabas antes de ir a casa a trabajar. Si en tu empresa no te exigen estar conectado a ciertos horarios, divide a lo largo del día tu horario laboral para que puedas cumplir las ocho horas.
Establece pequeñas metas. Trabajar en casa tiene muchos retos, como el aislamiento. Puedes llegar a sentirte solo si no tienes compañeros al lado con los que puedas compartir sobre trabajo o simplemente con los que puedas cruzar un par de frases. Así que esto podría desmotivarte. Mantén el contacto con ellos, pero también, establece pequeñas metas a lo largo del día. Planea tener listo cierto documento antes de las 10 o tener esos datos listos para hacer la videollamada que necesitas antes de la hora de la comida. Hacerlo le dará un impulso a tu motivación e incrementará tu productividad.
Reparalap/Selene
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